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Micorrizas: Aliadas para un crecimiento sustentable

Este artículo fue publicado por el autor Editores el 09/02/2025 y actualizado el 09/02/2025. Esta en la categoria Artículos.

La relación entre las plantas y los hongos micorrízicos es un tesoro escondido en la naturaleza, una asociación simbiótica que ha existido durante millones de años y que ha jugado un papel crucial en el desarrollo y expansión de los ecosistemas terrestres. A medida que el mundo se enfrenta al desafío de lograr un crecimiento sostenible, este vínculo se presenta como una herramienta poderosa para mejorar la salud de los suelos, aumentar la resistencia de las plantas frente al estrés hídrico y climático, y secuestrar carbono en el subsuelo. En este artículo, exploraremos el mundo fascinante de las micorrizas y su potencial para contribuir a un futuro más verde y próspero.

Las micorrizas: una asociación benéfica

Las micorrizas son un tipo de relación simbiótica en la que un hongo y una planta interactúan en beneficio mutuo. El hongo crece en las raíces de la planta y se nutre de los azúcares que ella produce a través de la fotosíntesis. A cambio, el hongo extiende sus finos hilos, conocidos como hifas, más allá de la zona de absorción de la planta, aumentando la superficie de intercambio de nutrientes y agua en hasta 1000 veces. Gracias a este intercambio, la planta tiene acceso a una fuente adicional de nutrientes, como fósforo, nitrógeno, potasio y micronutrientes, y mejora su resistencia a enfermedades, sequías e impactos ambientales adversos.

Existen dos grandes tipos de micorrizas: las ectomicorrízicas y las endomicorrízicas. Las primeras forman una capa externa alrededor de la raíz, mientras que las segundas penetran directamente en las células de la raíz. Dependiendo del tipo de planta, una o ambas formas de micorrizas pueden estar presentes. Por ejemplo, los árboles de coníferas y los fagáceas suelen tener ectomicorrizas, mientras que la mayoría de las angiospermas tienen endomicorrizas.

Un aliado en la lucha contra el cambio climático

La creciente preocupación por el cambio climático y la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero han situado a las micorrizas en el centro de atención en los últimos años. Una de las razones es su capacidad para secuestrar carbono en el subsuelo. Al aumentar la superficie de intercambio entre el suelo y la atmósfera, las micorrizas facilitan la penetración de las raíces en el suelo y promueven la formación de agregados de suelo estables, que actúan como reservorios de carbono a largo plazo.

Además, el hongo micorrízico puede almacenar carbono en su biomasa, lo que contribuye a la estabilidad de los ecosistemas y a la mitigación del cambio climático. Según algunas estimaciones, las micorrizas podrían representar hasta el 20% del carbono orgánico del suelo, una cifra que subraya su importancia en el ciclo global del carbono.

Un abono natural para la agricultura

El uso de fertilizantes químicos y la explotación intensiva de los suelos han llevado a la degradación y erosión de los mismos en gran parte del mundo. Ante esta situación, las micorrizas ofrecen una alternativa natural y sostenible para mejorar la fertilidad de los suelos y aumentar la producción agrícola. Al facilitar el acceso de las plantas a los nutrientes esenciales, las micorrizas reducen la necesidad de usar fertilizantes y aumentan la eficiencia en el uso del agua, lo que se traduce en un menor impacto ambiental y en costos más bajos para los productores.

Además, las micorrizas favorecen la formación de agregados de suelo estables y mejoran la estructura del mismo, lo que mejora el drenaje y la aireación y reduce la compactación. Este efecto es especialmente relevante en suelos arenosos y arcillosos, donde la falta de estructura puede limitar el crecimiento de las plantas y la absorción de agua y nutrientes.

Un seguro contra el estrés hídrico y climático

Las sequías, las inundaciones y las olas de calor son cada vez más frecuentes e intensas en muchas regiones del mundo. Estos fenómenos climáticos pueden tener un grave impacto en la agricultura y en la seguridad alimentaria, especialmente en las zonas más vulnerables. En este contexto, las micorrizas pueden desempeñar un papel crucial en la adaptación y resiliencia de los cultivos frente al estrés hídrico y climático.

Gracias a su capacidad para incrementar la absorción de agua y nutrientes, las micorrizas ayudan a las plantas a tolerar mejor las condiciones de sequía y a recuperarse más rápidamente tras períodos de sequía prolongados. Además, el hongo micorrízico puede proteger las raíces de las plantas frente al ataque de patógenos y a la oxidación, lo que reduce el riesgo de enfermedades y de daños por estrés térmico.

FAQ

¿Qué son las micorrizas?

Las micorrizas son un tipo de relación simbiótica en la que un hongo y una planta interactúan en beneficio mutuo. El hongo crece en las raíces de la planta y se nutre de los azúcares que ella produce a través de la fotosíntesis. A cambio, el hongo extiende sus finos hilos, conocidos como hifas, más allá de la zona de absorción de la planta, aumentando la superficie de intercambio de nutrientes y agua.

¿Por qué son importantes las micorrizas en la lucha contra el cambio climático?

Las micorrizas pueden secuestrar carbono en el subsuelo al aumentar la superficie de intercambio entre el suelo y la atmósfera y promover la formación de agregados de suelo estables. Además, el hongo micorrízico puede almacenar carbono en su biomasa, lo que contribuye a la estabilidad de los ecosistemas y a la mitigación del cambio climático.

¿Cómo pueden las micorrizas mejorar la fertilidad de los suelos?

Las micorrizas facilitan el acceso de las plantas a los nutrientes esenciales, como fósforo, nitrógeno, potasio y micronutrientes, y reducen la necesidad de usar fertilizantes químicos. Al mejorar la estructura del suelo, las micorrizas promueven el drenaje y la aireación y reducen la compactación, lo que mejora el crecimiento de las plantas y la absorción de agua y nutrientes.

¿Cómo pueden las micorrizas ayudar a las plantas a tolerar el estrés hídrico y climático?

Las micorrizas aumentan la absorción de agua y nutrientes de las plantas, lo que les ayuda a tolerar mejor las condiciones de sequía y a recuperarse más rápidamente tras períodos de sequía prolongados. Además, el hongo micorrízico puede proteger las raíces de las plantas frente al ataque de patógenos y a la oxidación, lo que reduce el riesgo de enfermedades y de daños por estrés térmico.

Referencias

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