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cripta imperial de Viena: Historia y atractivos

Este artículo fue publicado por el autor Editores el 09/02/2025 y actualizado el 09/02/2025. Esta en la categoria Artículos.

La Cripta Imperial de Viena, situada bajo la Iglesia de los Capuchinos en el centro de la ciudad, es uno de los lugares más fascinantes y misteriosos de Viena. También conocida como Kaisergruft, este majestuoso mausoleo ha servido como última morada a la familia imperial de Habsburgo desde el siglo XVII.

El origen de la cripta se remonta al año 1618, cuando el emperador Matías decidió construir una tumba para su familia en los bajos de la nueva iglesia de los Capuchinos, recién fundada por él. La primera enterramiento tuvo lugar en 1633 con el propio Matías. Desde entonces, y hasta la caída de la monarquía en 1918, un total de 145 miembros de la familia imperial Habsburgo han sido sepultados aquí.

La cripta se divide en varias salas, cada una dedicada a un periodo histórico o a un ramo de la familia. La más antigua es la Cripta de los Emperadores, donde reposan los restos de Matías y once de sus sucesores, incluyendo a la emperatriz María Teresa I, considerada una de las gobernantes más influyentes de la historia austriaca. Junto a ellas se encuentran las criptas de los hijos, los duques y las duquesas, las reinas y los archiduques, todas ellas llenas de ataúdes-sarcófagos de gran riqueza artística y simbólica.

Pero no solo los Habsburgo han sido enterrados en la cripta. Figuras destacadas como el mariscal de campo Eugenio de Saboya o el compositor Antonio Vivaldi también descansan en este lugar. Además, algunos monarcas no consiguieron un lugar en la cripta, como el emperador Carlos I, quien fue enterrado en la Basílica de San Jorge en Mondsee, Austria, debido a las restricciones impuestas por la nueva república.

Visitar la Cripta Imperial de Viena supone sumergirse en un mundo de lujos, símbolos y misterios. La riqueza artística de los sarcófagos no deja indiferente a nadie. Hay ejemplos de todos los estilos, desde el barroco hasta el neogótico, con materiales como el mármol, el bronce y el nácar. Cada ataúd está ricamente decorado con ángeles, escudos heráldicos, coronas y otros elementos que simbolizan el poder y la majestad de la familia Habsburgo.

Uno de los sarcófagos más impresionantes es el de la emperatriz María Teresa I, realizado en 1781 por el escultor Balthasar Ferdinand Moll en estilo neoclásico. En él aparece la emperatriz recostada, con la cabeza ladeada y una expresión serena. A sus pies se representa el río Danubio, símbolo de la unidad de los territorios de la monarquía Habsburgo.

Otro sarcófago destacable es el de Maximiliano I, duque de Baviera, quien fue regente de Austria entre 1824 y 1835. Su tumba, realizada por Anton Dominik Fernkorn en 1856, muestra al duque en posición orante, con una corona abierta en sus manos. El sarcófago está coronado por un águila de dos cabezas, símbolo de la monarquía de los Habsburgo y de sus dominios en Alemania e Italia.

El misterio que rodea a la Cripta Imperial de Viena es otro de sus grandes atractivos. La cripta ha sido testigo de numerosas leyendas y anécdotas a lo largo de su historia. Una de las más famosas es la del niño emperador José II, quien a sus 24 años llegó al trono y decidió ser enterrado sin ataúd, solo en su uniforme militar. Sin embargo, transcurridos doscientos años desde su muerte, su cuerpo se encontró incorrupto y recubierto de una sustancia negra. Este hecho ha dado pie a todo tipo de teorías y especulaciones sobre la posible maldición de los Habsburgo.

Otra historia curiosa relacionada con la cripta es la del emperador Francisco José I, quien decidió ser enterrado en una tumba sencilla y sin inscripciones, a diferencia del resto de su familia. Según se dice, el emperador quería mostrar su humildad y proximidad al pueblo ante Dios.

Para visitar la Cripta Imperial de Viena, se recomienda reservar las entradas con antelación, ya que el aforo es limitado y suele haber bastante demanda, especialmente en verano. El recorrido por la cripta dura aproximadamente media hora y se realiza en grupos reducidos. Es importante tener en cuenta que no se permite hacer fotos dentro de la cripta, ni comer ni beber.

Preguntas Frecuentes

Referencias


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