Descubre Bruges, la magia de Flanders y Bélgica
Este artículo fue publicado por el autor Editores el 09/02/2025 y actualizado el 09/02/2025. Esta en la categoria Artículos.
Cuando pensamos en viajar por Europa, parece que siempre nos decantamos por las mismas opciones: París, Roma, Berlín... Pero en este continente tan diverso, hay muchos secretos por descubrir. Uno de ellos es Brujas, una pequeña ciudad de Flandes, en Bélgica, que te transportará a la Edad Media y te enamorará con sus canales, sus calles empedradas y su encanto único.
Una ciudad de cuento
Brujas es una ciudad que parece sacada de un cuento de hadas. Sus calles estrechas y sinuosas están llenas de casas de ladrillo rojo con ventanas de madera tallada y techos de pizarra. Los canales que la atraviesan reflejan la luz del sol y crean un ambiente mágico.
La Plaza del Mercado es el corazón de la ciudad. Aquí encontrarás el Ayuntamiento, una impresionante construcción gótica del siglo XIV, y la Campana de la Paz, que data del año 1150 y es uno de los símbolos de Brujas. Cerca de allí, podrás visitar la Basílica de la Santa Sangre, una iglesia románica que alberga una reliquia supuestamente traída por Tierra Santa por el conde de Flandes en el siglo XII.
No te pierdas el Belfort, una torre de 83 metros de altura desde la que tendrás una vista panorámica de toda la ciudad. Si te gusta subir escaleras, merece la pena el esfuerzo: hay 366 peldaños, pero la recompensa es impagable.
Un viaje en el tiempo
Una de las cosas que hacen de Brujas un lugar tan especial es su atmósfera de otros tiempos. Casi no hay coches en el centro histórico, y el ruido que se oye es el de las bicicletas, los caballos y los pasos de las personas.
El Barrio de Santa Ana es uno de los rincones más encantadores de la ciudad. Aquí podrás ver las famosas casas de los tejedores, que data del siglo XV, y la Iglesia de Nuestra Señora, que alberga una de las obras maestras de Miguel Ángel: la Madonna con el Niño.
Otro lugar imprescindible es el Lago del Amor, un parque rodeado de árboles y flores donde podrás dar un paseo en barco por los canales. Es un plan perfecto para desconectar del bullicio del centro y disfrutar de la tranquilidad del agua.
Gastronomía y vida nocturna
Bélgica es conocida por su chocolate, y Brujas no es una excepción. Hay tiendas de chocolate en todas partes, y es una delicia probarlos todos. Pero no solo de chocolate vive el hombre: no te vayas sin probar las famosas patatas fritas belgas, las gaufres o la cerveza trapista.
La vida nocturna en Brujas es tranquila, pero hay opciones para todos los gustos. Si te gusta el jazz, no te pierdas el Jazz Brugge, un festival que se celebra en mayo y junio. Y si prefieres algo más relajado, siempre puedes sentarte en una de las terrazas de la plaza del Mercado y disfrutar de la música en directo.
Preguntas frecuentes
¿Cómo llegar a Brujas?
Brujas está muy bien comunicada: hay trenes directos desde Bruselas, Amberes, Gante y otras ciudades belgas. También hay autobuses y coches de alquiler. El aeropuerto más cercano es el de Ostende-Brujas, a 25 kilómetros de la ciudad.
¿Cuál es la mejor época para visitar Brujas?
Brujas es una ciudad encantadora en cualquier época del año, pero si quieres disfrutar del buen tiempo, lo mejor es visitarla en primavera o verano. Si prefieres ver la ciudad nevada, el invierno también tiene su encanto.
¿Cuántos días necesito para visitar Brujas?
Dos o tres días son suficientes para ver los lugares más importantes de Brujas, pero si quieres tomártelo con calma y disfrutar de la atmósfera de la ciudad, te recomendamos pasar al menos una semana.
Referencias
Si te has quedado con ganas de más, no dudes en visitar Brujas: te enamorará desde el primer momento. Es un lugar mágico que te hará sentir como en otro mundo. ¡No te lo pierdas!
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